APLICACIÓN DE LOS MITOS Y ARQUETIPOS
Con
esta síntesis de grandes mitos antiguos y de sus figuras arquetípicas, deseo
mostrar aspectos destacados de la eterna necesidad humana de ‘celebración de la
vida’ y‘sacralización de la naturaleza’.
La
sacralización de la naturaleza, la presencia de lo divino en la vegetación, en
el mar o la montaña, los ritos de iniciación en los misterios de la vida y de
la muerte, la exaltación de la fecundidad y la expansión de la consciencia,
constituyen el legado de Deméter.
La
alegría de vivir, la búsqueda del placer y del éxtasis, la liberación de los
profundos potenciales instintivos a través de la danza, es el legado de
Dionisio.
El
poder de la música, de la poesía y de la danza, capaz de inducir procesos de
transmutación, es el legado de Orfeo.
El
amor al prójimo, el profundo respeto por los humildes y la misericordia,
constituyen el legado de Cristo.
La
humanidad, a través de la historia, ha perdido con frecuencia las grandes
revelaciones descubiertas por visionarios y pasa por períodos oscuros de
disociación y pérdida completa de su identidad. Podemos buscar inspiración en
estos Misterios para nutrir de salud y vitalidad a nuestra civilización.
ANTECEDENTES FILOSÓFICOS
Muchos filósofos han influido en mi cosmovisión y en la concepción del principio biocéntrico. La reflexión filosófica de todos los tiempos ha generado una red de ideas-claves que han contribuido a diseñar un holograma en torno a la naturaleza, el ser, la existencia, la cosmogénesis, el pensamiento, la ética, el placer, el tiempo, el lenguaje y la cognición. Estas ideas-claves se entrelazan y se fecundan recíprocamente.
Ej.:
... el pensamiento de Heráclito impregna las concepciones modernas de la
termodinámica, entropía, neguentropía, física cuántica y sobre la estructura
atómica. Heráclito descubrió que una sola ley es la que da la medida de todos
los acontecimientos. La Teoría de los Ciclos Cósmicos (eterno retorno) está
asociada a la del flujo universal de la materia ‘eternamente viviente’.
Es
fácil comprender las afinidades del pensamiento de Heráclito con el principio
biocéntrico, que parte de la intuición de un universo vivo del cual se
desprende una ética humana que sitúa en el centro del comportamiento la
‘sacralidad de la vida’.
(Teoría de Biodanza)