El concepto de ‘Inconsciente Vital’ ha sido propuesto por Rolando Toro
para referirse a la cognición celular.
Existe una forma de psiquismo de los órganos, tejidos y células que obedece a un sentido global de autoconservación.
El inconsciente vital da origen a
fenómenos de solidaridad celular, creación de tejidos, defensa inmunológica y,
en suma, al acontecer exitoso del sistema viviente. Este ‘psiquismo’ coordina
las funciones de regulación orgánica y homeostasis y posee una gran autonomía
respecto a la conciencia y al comportamiento humano.
El
inconsciente vital es una forma de cognición celular que crea regularidades y
tiende a mantener funciones estables. Sus manifestaciones en el escenario de la
conciencia cotidiana son: el humor endógeno y el estado cenestésico de
bienestar o malestar. La importancia de este concepto proviene de la
posibilidad de influir en la fisiogénesis de nuestra existencia, con objetivos
de salud.
El
concepto de inconsciente vital permite comprender con profundidad el principio
biocéntrico como ‘tendencia’ cósmica que genera vida. El inconsciente vital
está en sintonía con la esencia viviente del universo. Cuando esta sintonía se
perturba, se inicia la enfermedad. El acto de curación será comprendido,
entonces, como un movimiento para recuperar esa sintonía vital.